Las posibilidades son ilimitadas, los niños podrían aprender tanto en un ambiente de Realidad Virtual, podrían visitar importantes lugares históricos y darle un vuelta al sistema solar desde la comodidad de su salón de clases. Los peligros son abundantes, la tecnología es nueva y nadie sabe exactamente cuales son sus efectos y defectos. Y los niños son especialmente propensos a la adicción a este tipo de juegos. Y los lentes van directamente sobre los ojos, que son delicados, cualquier padre responsable tiene derecho y deber de dudar.
Sin embargo, Google mercadea sus monturas de cartón – Cardboard – como un implemento para salones de clase y se alió con Mattel para revivir el clásico View-Master utilizando tecnología VR. La llegada es inminente. El mundo entero tendrá lentes, teléfonos y sets más avanzados en un futuro cercano, de eso no cabe duda, y cuando eso pase les será difícil mantenerlo fuera del alcance de los niños. Lo cual no estamos seguros de que sea la vía correcta, como dijimos al comenzar el artículo: las posibilidades son ilimitadas, imagina todo lo que verán, experimentarán, jugarán. Y ten en cuenta que la Swedish Swimming Federation está utilizando video de 360 grados para ayudar a niños a conquistar su miedo a nadar, al agua, a las profundidades.
Igual, no hay suficiente data. Las organizaciones gubernamentales y asociaciones médicas americanas dedicadas a los ojos ni siquiera se han pronunciado oficialmente con respecto al 3D, mucho menos sobre la naciente Realidad Virtual. Los estudios deben ser realizados a través del tiempo y no ha transcurrido el suficiente desde que todas estas tecnologías surgieron. Igual, los posibles riesgos que presentan las imágenes estereoscópicas son básicamente los mismas, “La preocupación principal es que estas imágenes obligan al ojo a enfocarse de una manera que rápidamente causa fatiga y tensión, y la exposición extendida a estos estreses puede causar daño al ojo con el paso del tiempo. Los niños usualmente no son los mejores en reconocer cosas como tensión en el ojo antes de que se convierta en dolor, y aquí es donde entran los padres”, explica el artículo relacionado al tema en VRheads.
La clave es la moderación, como siempre. Es el mensaje del artículo y del episodio de podcast que incrustamos abajo de todo, en el que entrevistan a un pediatra muy involucrado con las nuevas tecnologías. El doctor Joe Cohen explica que entre los 8 y 9 años se solidifican los mecanismos dentro de los ojos de los niños, pero que las compañías tecnológicas son precavidas y por eso recomiendan esperar hasta los 13 para experimentar con Realidad Virtual. También identifica al mareo por movimiento o cinetosis como uno de los mayores riesgos, contraindica el uso para los niños que sufran de convulsiones o tomen medicamentos y finalmente respalda el uso de la tecnología con moderación y bajo supervisión.
Por último debemos destacar que las reglas son diferentes para los cascos más avanzados como Oculus Rift y HTC Vive, ya que estos tienen piezas ajustables para mantener los lentes a la distancia interpupilar correcta, la cual es diferente para cada persona. Y como no están diseñados para niños, no hay un ajuste ideal para ellos. Por ahora, si decides permitir que experimenten con estos sistemas de última tecnología, tendrás que trabajar con tu hijo para determinarlo. Y en ese caso, si decides mezclar niños con HTC Vive, por aquí te dejamos las experiencias recomendadas por VRheads.
El podcast prometido: “Android Central 246: Kids and Virtual Reality”