La calidad es cara. La innovación cuesta. La vida es dura.
Una decisión debe ser tomada, ¿quieres ahorrar o deseas el estándar actual en impresión para obras de arte, obtener una pieza que literalmente podrás heredar a tu descendencia? Probablemente quieras ahorrar, lo sabemos, pero no nos culpes por intentar convencerte ayudarte a tomar la decisión correcta.Después de todo, nosotros tenemos alta estima por la satisfacción estética de nuestra clientela. La impresión Giclée es una inversión inteligente, aunque sea más costosa te brinda el mayor valor por tu dinero, garantizado.
La historia de este proceso es sumamente interesante, y para conocerla citaremos al FAQ de Canson Infinity, fabricantes de uno de los papeles fotográficos más confiables en el mercado:
“El término “Giclée” surgió en 1991 en Estados Unidos y lo inventó Jack Duganne (del estudio Nash Editions) para designar el primer procedimiento de impresión digital por “chorro de tinta” específico de la reproducción y la edición de arte.
El primer tiraje digital se realizó en 1989 en una impresora de chorro de tinta Iris 3047, con un papel Aquarelle Rag. Originalmente, esta impresora estaba destinada al mundo de la preprensa como sistema de pruebas, y por iniciativa de Graham Nash (uno de los miembros del famoso grupo musical estadounidense Crosby, Still, Nash and Young, CSNY) se convirtió en la primera impresora de chorro de tinta que editó una obra digital. Actualmente, esta impresora se encuentra expuesta en un museo estadounidense.”
Pero, ¿a qué se refieren exactamente con “Impresión Giclée”?, se preguntarán los más intrépidos lectores. Para la definición citaremos a uno de los blogs de confianza de la juventud, toma la palabra Hipertextual:
“El proceso Giclée es sinónimo de calidad en el mundo del arte debido a que posibilita la impresión de imágenes digitales sobre distintos soportes, como pueden ser lienzos, papeles de algodón y papeles fotográficos de alta calidad. Los papeles utilizados en este tipo de impresión son usualmente 100% algodón, de PH neutro y se encuentran libres de ácidos, lo cual asegura una reproducción exacta de los colores en la imagen y un gran contraste.”
Y para asegurar una definición satistactoria para nuestra distinguida clientela, la reforzamos con un extracto del apartado “Uso actual” de una página exclusivamente dedicada a este proceso de impresión:
“Aparte de la asociación de la palabra “giclée” con las primeras impresoras Iris, dicha palabra también ha sido asociada como sinónimo de impresiones que utilizan tintas pigmentadas resistentes a la decoloración, en sustratos fineart de calidad archivo y con las impresoras inkjet que las utilizan . Estas impresoras, actualmente usan el mismo proceso de color CMYK, pero con siete o más cartuchos de tinta con matices de color diferentes. Por ejemplo, además de los básicos CMYK, también utilizan el cian claro, magenta claro y negro claro (gris) para incrementar la resolución aparente, aumentar el gamut general y proporcionar transiciones graduales de mayor calidad.”
Y hasta ahí lo dejaremos por ahora. Para nosotros, es el único sistema, la única impresión, cuyo producto final le hace honor a nuestra impecable lista de artistas. Pero nos preguntamos, ¿Qué opina nuestro estimado público? ¿Vale la pena la inversión o preferirían una opción más económica? ¿Les interesa que el producto final mantenga color, textura e intensidad por cien años? Sin más, volvemos a la pregunta inicial: ¿prefieres ahorrar o deseas el estándar actual en impresión para obras de arte, obtener una pieza que literalmente podrás heredar a tu descendencia? Los invitamos a aclararnos las dudas en los comentarios.
Los dejamos con este ilustrativo y corto, si bien un tanto cursi, video:
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